Defensa fiscal.
Esto comprende el diseño e implementación de estrategias litigiosas para defender a nuestros clientes de actos por partes de las autoridades fiscales, los cuales ocurren con frecuencia en forma de imposición de créditos fiscales, rechazo de devoluciones así como actos que lesionan sus derechos.
Una defensa fiscal personalizada incrementa la probabilidad de éxito.
Asesoría fiscal.
Las empresas requieren un estudio serio y profundo de las consecuencias fiscales derivadas de actos realizados por nuestros clientes, como lo son, reestructuras corporativas, contratos, o bien cualquier otro que derive de su actividad. El riesgo de no hacerlo es enfrentar situaciones indefendibles frente a autoridades fiscales.
Una debida asesoría fiscal redunda en seguridad jurídica de la empresa.
Planeación fiscal.
Existen casos en donde es posible optimizar el pago de impuestos, para lo cual se toma en cuenta la situación particular de cada empresa o grupo y se evita con ello proponer estrategias generalizadas. Cada recomendación pasa por un tamiz financiero y litigioso, así como si es necesario, se consulta a un especialista en materia penal.
Una planeación fiscal debidamente sustentada permite cumplir con los objetivos de la empresa y minimiza los riesgos con el fisco federal.
Autoridades fiscales.
La tendencia actual es una mayor fiscalización por parte de las autoridades fiscales, quienes ahora tienen a desarrollar auditorías más sofisticadas y profundas.
La debida atención de estos procesos ayuda a minimizar la exposición a créditos fiscales.
Litigio constitucional.
El amparo contra leyes o bien contra actos administrativos de las autoridades es una herramienta útil para oponer defensa en contra de actos particulares de las autoridades.
El debido planteamiento de un juicio de amparo otorga beneficios significativos a contribuyentes.