24 de agosto de 2018
El Servicio de Administración Tributaria, en años recientes ha ejecutado un programa de fiscalización a esquemas agresivos de subcontratación laboral. Esto por la práctica de algunos contribuyentes de “transferir” su personal a empresas de personal (externas o del mismo grupo).
A través de estos esquemas, el pagador del ingreso recurre a figuras cuestionables (alimentos, ayuda sindical, indemnizaciones, previsión social), que en el fondo representan una simulación. En ocasiones y principalmente en el caso del llamado “outsourcing”, la prestadora del servicio omite el pago de las retenciones del impuesto sobre la renta a los trabajadores bajo movimientos artificiosos, como lo es, un supuesto acreditamiento de subsidio al empleo (que no existe), así como también omiten el pago del impuesto al valor agregado.