Discrepancia fiscal: qué es, cómo se calcula y cómo se resuelve
La discrepancia fiscal es una situación en la que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) detecta que los ingresos declarados por un contribuyente son menores a los gastos o erogaciones que realizó en un periodo determinado. Esto puede generar una presunción de ingresos omitidos o no declarados, y por lo tanto, una posible evasión fiscal.
La discrepancia fiscal se basa en el principio de capacidad contributiva, que establece que los contribuyentes deben pagar impuestos de acuerdo con sus ingresos reales. Por lo tanto, si el SAT observa que un contribuyente tiene un nivel de vida superior al que corresponde a sus ingresos declarados, puede iniciar un procedimiento de fiscalización para comprobar la veracidad de su situación.
Para calcular la discrepancia fiscal, el SAT utiliza la información que tiene sobre los contribuyentes, como sus declaraciones, sus facturas, sus cuentas bancarias, sus tarjetas de crédito, sus bienes, sus inversiones, etc. Así, el SAT determina el monto de las erogaciones que realizó el contribuyente en un año, y lo compara con el monto de los ingresos que declaró en el mismo periodo. Si la diferencia entre ambos montos es mayor al 10%, se considera que existe una discrepancia fiscal.
Para saber si se tiene una discrepancia fiscal, el contribuyente puede consultar el portal del SAT, donde se le informa si tiene algún requerimiento o notificación al respecto. También puede revisar su buzón tributario, donde se le envían los avisos y las resoluciones del SAT. Además, puede hacer un autoanálisis de sus ingresos y gastos, y verificar si hay alguna inconsistencia o error en su declaración.
Para resolver una discrepancia fiscal, el contribuyente tiene varias opciones, dependiendo de su caso:
Aclarar la situación: Si el contribuyente considera que no tiene ingresos omitidos o no declarados, y que la discrepancia fiscal se debe a un error o a una interpretación equivocada del SAT, puede presentar una aclaración ante el SAT, adjuntando la documentación que compruebe su situación. El SAT debe resolver la aclaración en un plazo de 20 días hábiles, y notificar al contribuyente el resultado.
Pagar la diferencia: Si el contribuyente reconoce que tiene ingresos omitidos o no declarados, y que la discrepancia fiscal es correcta, puede pagar la diferencia de impuestos, actualizaciones y recargos que le corresponda, mediante un pago en línea o en ventanilla bancaria. El SAT debe emitir un acuse de recibo del pago, y dar por concluido el procedimiento.
Impugnar la resolución: Si el contribuyente no está de acuerdo con la resolución del SAT, y considera que la discrepancia fiscal es injusta o ilegal, puede impugnar la resolución ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, dentro de los 30 días hábiles siguientes a la notificación. El Tribunal debe resolver el recurso en un plazo de 90 días hábiles, y notificar al contribuyente el fallo.
Para evitar problemas con el SAT por la discrepancia fiscal, el contribuyente debe cumplir con sus obligaciones fiscales, como:
Declarar todos sus ingresos, sin omitir ni ocultar ninguno, y aplicar correctamente las deducciones y los beneficios fiscales que le correspondan.
Expedir y conservar las facturas de sus operaciones, y solicitar y verificar las facturas de sus proveedores y prestadores de servicios.
Llevar un registro contable de sus ingresos y gastos, y presentar sus declaraciones mensuales y anuales en tiempo y forma.
Actualizar sus datos fiscales, como su domicilio, su actividad económica, su régimen fiscal, etc.
Atender los requerimientos y las notificaciones del SAT, y colaborar con las autoridades fiscales en caso de una revisión o una auditoría.
En conclusión, la discrepancia fiscal es una situación en la que el SAT detecta que los ingresos declarados por un contribuyente son menores a los gastos o erogaciones que realizó en un periodo determinado. Esto puede generar una presunción de ingresos omitidos o no declarados, y por lo tanto, una posible evasión fiscal. Para calcular la discrepancia fiscal, el SAT utiliza la información que tiene sobre los contribuyentes, y compara el monto de las erogaciones con el monto de los ingresos. Si la diferencia entre ambos montos es mayor al 10%, se considera que existe una discrepancia fiscal. Para saber si se tiene una discrepancia fiscal, el contribuyente puede consultar el portal del SAT, su buzón tributario, o hacer un autoanálisis de sus ingresos y gastos. Para resolver una discrepancia fiscal, el contribuyente tiene varias opciones, dependiendo de su caso: aclarar la situación, pagar la diferencia, o impugnar la resolución. Para evitar problemas con el SAT por la discrepancia fiscal, el contribuyente debe cumplir con sus obligaciones fiscales, como declarar todos sus ingresos, expedir y conservar las facturas, llevar un registro contable, actualizar sus datos fiscales, y atender los requerimientos y las notificaciones del SAT.
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